Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido – George Eliot

… o mejor dicho, Mary Anne Evans porque ella tuvo que utilizar un pseudónimo masculino para así poder escribir.

Posiblemente, uno de los sufrimientos más silenciosos del ser humano se debe a no poder conectar con nuestra realidad más íntima, de apagar nuestra voz por sistema para dar volumen solo a la del otro. Encontrar nuestra propia voz supone dejar atrás los sentimientos de inadecuación, de no encajar, de no ser como como los demás o, en un tono más realista, encontrar nuestra voz supone tomar nuestras decisiones a pesar de los miedos, los bloqueos, las resistencias…

En muchas ocasiones, el día a día nos hace ir en modo automático y sin darnos cuenta de que no reconocemos nuestra voz. Tenemos la sensación de que la hemos perdido o de que ‘esa no es mi voz’.

La buena noticia es que no la hemos perdido; la tenemos, pero como un tesoro escondido.

Nuestra voz es nuestra huella dactilar, única e irrepetible, describe nuestra identidad, dice quiénes somos, cómo nos sentimos o cómo nos vemos a nosotros mismos; incluso desvela nuestra vida interior.

Cuando no hablamos con nuestra voz es como si tuviéramos una mano en la boca que no nos permite hablar. De hecho, hay aspectos corporales, emocionales y de pensamiento que pueden impedir que hablemos. Hay situaciones sociales, por ejemplo, en las que no hablamos de igual forma que nos hablamos a nosotras mismas.

Nuestra voz tiene mucho que ver con cómo nos vemos a nosotras mismas y está íntimamente ligada a nuestra autoestima, identidad social, a nuestra propia imagen; a nuestro yo ideal. Por tanto, está unida a aquellas situaciones que nos generan frustración, a nuestras emociones reprimidas, expresiones inhibidas y pensamientos o creencias limitantes.

El objetivo principal de este taller es trabajar nuestra expresividad, primero desde la libertad y la creatividad integrando cuerpo, acción y palabra; de manera que estemos trabajando, de forma transversal, en nuestra autoestima y autoconfianza.

Todas las voces son bonitas. Lo más importante es que estén conectadas con nuestra verdadera esencia, con la mirada transparente de lo que somos y con una conexión verdadera con una misma.

Nuestra voz tiene que ver con nuestro sello, con todo lo que nos mueve por dentro. Con nuestros valores, con lo que nos conecta y nos inspira; con lo que nos hace diferentes y con todo aquello que imprimimos en los demás.

Puede que nuestro cometido más importante sea encontrar nuestra voz y ponerla al servicio del mundo… sin miedo.

Este taller se desarrolla en 4 sesiones de 2 horas cada sesión. Los días 10, 17, 24 y 31 de marzo de 2025 en el Centre Cultural de El Pinós.

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