Adaptabilidad, pensamiento crítico, dotes comunicativas o la capacidad de trabajar en equipo, entre otras cualidades que definen formas de comportamiento y desempeño, más allá de las aptitudes técnicas profesionales… esto son las SOFT SKILLS o, mejor dicho, las HABILIDADES BLANDAS.
Pero, claro; dicho en nuestro idioma, parece que estemos hablando de capacidades inferiores – blandas – y no es así. De hecho, las habilidades blandas pueden llegar a ser más decisivas en muchos contextos que los conocimientos y aptitudes técnicos.
No se les ha dado importancia porque siempre se ha creído que en los ámbitos laborales, profeisonales o académicos; teníamos que generar una imagen de seriedad y fuerza.
La distinción radica en la naturaleza de las habilidades en sí y en cómo se adquieren y miden.
Habilidades duras
Se denominan así porque a menudo son más fáciles de cuantificar, medir y evaluar objetivamente. Estas habilidades son específicas, concretas y, por lo general, requieren experiencia técnica o conocimiento especializado. Las habilidades duras se pueden enseñar, aprender y evaluar mediante educación formal, programas de capacitación y certificaciones. Las habilidades duras suelen ser específicas de un trabajo y se pueden aplicar directamente para realizar tareas o completar proyectos. Algunos ejemplos de habilidades duras son la programación, el análisis de datos, la contabilidad y la competencia en el uso de software o herramientas específicos.
Habilidades blandas
Son más difíciles de cuantificar y medir de manera estandarizada. Estas habilidades están relacionadas con las interacciones interpersonales, la comunicación y la inteligencia emocional. Implican atributos, comportamientos y cualidades personales que influyen en la forma en que los individuos interactúan con los demás y se desenvuelven en diversas situaciones. Las habilidades blandas no se enseñan fácilmente a través de los métodos tradicionales de aula y, por lo general, se desarrollan a través de experiencias, práctica y autoconciencia. Algunos ejemplos de habilidades blandas son la comunicación, el trabajo en equipo, el liderazgo, la empatía y la resolución de problemas.
Las habilidades blandas son cruciales para el desarrollo personal, la construcción de relaciones sólidas y la excelencia en una variedad de campos profesionales.
Si bien las habilidades y el conocimiento técnicos son importantes, a menudo son las habilidades blandas las que diferencian, por ejemplo, a los empleados destacados en el lugar de trabajo.
Los multiplicadores de fuerza pueden (y deben) apoyarse en habilidades blandas como:
Comunicación: la capacidad de transmitir información de manera clara y eficaz a través de medios verbales, no verbales y escritos. Esto incluye la escucha activa, la empatía y la capacidad de adaptar el estilo de comunicación a diferentes audiencias.
Colaboración: la habilidad de trabajar en armonía con otros en un equipo o entorno grupal. Esto implica llegar a acuerdos, compartir responsabilidades y contribuir positivamente para lograr objetivos comunes.
Resolución de problemas: la capacidad de analizar situaciones complejas, identificar problemas y generar soluciones creativas. Las habilidades blandas de resolución de problemas también implican el pensamiento crítico y la toma de decisiones.
Adaptabilidad: ser flexible y estar abierto al cambio, especialmente en entornos laborales dinámicos y en evolución. La adaptabilidad incluye estar dispuesto a aprender nuevas habilidades y adaptarse a situaciones inesperadas.
Gestión del tiempo: asignar tiempo de manera eficiente a las tareas y proyectos, establecer prioridades y cumplir con los plazos. Una buena gestión del tiempo también implica evitar la postergación y mantenerse organizado.
Liderazgo: la capacidad de guiar, motivar e inspirar a otros para que logren su mejor desempeño. El liderazgo también implica tomar decisiones justas, gestionar conflictos y ser un modelo a seguir.
Inteligencia emocional: estar en sintonía con las propias emociones y las emociones de los demás. La inteligencia emocional incluye la autoconciencia, la autorregulación, la empatía y las habilidades interpersonales.
Creatividad: pensar de manera innovadora y desarrollar nuevas ideas, soluciones o enfoques. La creatividad puede mejorar la resolución de problemas y contribuir al crecimiento general de la organización.
Resolución de conflictos: abordar y resolver hábilmente los desacuerdos o conflictos de manera productiva y respetuosa. Esto implica una comunicación, negociación y compromiso efectivos.
Creación de redes: construir y mantener relaciones con colegas, clientes y profesionales de la industria. La creación de redes puede ayudar con el crecimiento profesional, el aprendizaje de los demás y mantenerse informado sobre las tendencias de la industria.
Habilidades interpersonales: Manejar interacciones sociales, construir relaciones interpersonales y formar relaciones positivas con los demás. Las habilidades interpersonales incluyen escuchar activamente, empatía y comunicación efectiva.
Trabajo en equipo: Colaborar eficazmente con los demás, compartir responsabilidades y contribuir a los objetivos del equipo. Las habilidades sólidas para trabajar en equipo implican brindar apoyo, cooperar y respetar los diversos puntos de vista.
Habilidades de presentación: Transmitir información, ideas o informes a una audiencia de una manera clara, atractiva y segura. Las habilidades de presentación efectivas son importantes para transmitir información de manera persuasiva.
Habilidades de negociación: participar en discusiones para llegar a acuerdos o compromisos que satisfagan a ambas partes. Las habilidades de negociación implican escuchar activamente, comunicarse de manera persuasiva y encontrar puntos en común.
Ética laboral: demostrar confiabilidad, diligencia y un fuerte compromiso para completar las tareas lo mejor que se pueda. Una buena ética laboral es esencial para el éxito profesional y generar confianza.
¿Por qué las habilidades blandas son más importantes ahora que nunca?
Las habilidades blandas son la base de una comunicación, colaboración y adaptabilidad efectivas en un panorama en constante cambio. No solo mejoran el desempeño laboral, sino que también contribuyen al crecimiento personal, el avance profesional y el bienestar general. A medida que el mundo se vuelve más interconectado y dinámico, las personas que poseen fuertes habilidades interpersonales están mejor preparadas para tener éxito en sus carreras y vidas personales.
Cambios en los entornos laborales: el lugar de trabajo moderno está evolucionando rápidamente, y el trabajo remoto, los equipos virtuales y los acuerdos flexibles se están volviendo más comunes. La comunicación eficaz, la adaptabilidad y el trabajo en equipo son cruciales para navegar por estas nuevas estructuras laborales.
Automatización y tecnología: a medida que la automatización y la tecnología transforman las industrias, aumenta la demanda de habilidades exclusivamente humanas como la creatividad, la inteligencia emocional y el pensamiento crítico. Estas habilidades son difíciles de replicar a través de la automatización y la IA.
Enfoque centrado en el cliente: las organizaciones están poniendo mayor énfasis en brindar experiencias excepcionales al cliente. Las habilidades interpersonales como la empatía, la escucha activa y la resolución de problemas desempeñan un papel fundamental para comprender y satisfacer las necesidades del cliente.
Las habilidades interpersonales como la colaboración, la comunicación abierta y la capacidad de trabajar bien en equipos diversos son esenciales.
Emprendedurismo y nuevas empresas: los emprendedores y los fundadores de nuevas empresas deben desempeñar múltiples funciones e interactuar con diversas partes interesadas. Las habilidades blandas como la creación de redes, la negociación y la comunicación eficaz son fundamentales para crear asociaciones y asegurar la financiación.
Bienestar de los empleados: las organizaciones están reconociendo la importancia del bienestar de los empleados y la satisfacción laboral. Las habilidades blandas desempeñan un papel en la creación de un entorno de trabajo positivo, el fomento de relaciones sólidas y la promoción de la salud mental.
Marca personal y creación de redes: en el mundo conectado de hoy, la marca personal y la creación de redes son esenciales para el crecimiento y las oportunidades profesionales. Las habilidades blandas, como la comunicación, la escucha activa y la construcción de relaciones, son fundamentales para establecer una presencia profesional sólida.
Toma de decisiones éticas: con una mayor atención al comportamiento ético y la responsabilidad social, las personas necesitan un razonamiento ético sólido y habilidades de toma de decisiones para abordar dilemas morales complejos.
Resiliencia y salud mental: las habilidades blandas, como la inteligencia emocional y la resiliencia, son cruciales para manejar el estrés, adaptarse a los cambios y mantener una salud mental positiva.
Cuando pensamos en la educación continua y el desarrollo profesional, a menudo recurrimos directamente a las habilidades duras, pero yo diría que un énfasis en las habilidades blandas, como la comunicación, trabajo en equipo y colaboración, el liderazgo, la resolución de problemas y la resolución de conflictos, puede que nos lleve más lejos.
Las habilidades blandas son importantes para alcanzar el éxito profesional, pero también juegan un papel crucial en el cuidado de la salud mental. Sin duda, este es un argumento de peso para potenciarlas todo lo posible.
El desarrollo de las habilidades blandas nos ayuda a liderarnos, a comunicar nuestra visión, a gestionarnos, a tomar mejores decisiones, a colaborar… a superar miedos y creencias limitantes.. a liberarnos.
Las habilidades blandas no se pueden aprender de la misma forma que se adquieren las aptitudes y conocimeintos técnicos.
Las habilidades blandas se deben experimentar, interiorizar; el aprendizaje ha de ser activo y participativo. El aula, el espacio de aprendizaje se debe convertir en un lugar diferente, un espacio vacío, estimulante que nos lleve a la acción. No se puede aprender habilidades blandas desde un pupitre escuchando al docente y tomando apuntes.
Las habilidades blandas se entrenan, se interiorizan; se aprenden. No se pueden enseñar.
Cómo se pueden adquirir las habilidads blandas ha sido y es mi objetivo principal. Desde que empecé como formadora de comunicación hace 25 años, ha sido casi una obsesión entender cómo funcionamos las personas y crear formas, caminos, guías, metodologías para que el aula se convierta en una especie de laboratorio, de gimnasio de entrenamiento para que podamos ir desarrollando nuestras capacidades personales y después aplicar lo aprendido en la vida real.
La metodología que empleo es propia. Es el resultado de todo mi aprendizaje. Se nutre de la Sociología y Psicología Social, de las Artes Escénicas, la Expresión Corporal, Dramaterapia, de la aplicación de la Inteligencia Emocional, la Neurociencia… y se plasma en ejercicios, juegos y dinámicas. Mi filosofía es que se aprende desde la acción. Aprender habilidades blandas ya es todo un reto porque se trata de abandonar nuestra zona de confort. Tenemos interiorizado que toda clase ha de ser pasiva, somos alumnos y alumnas; oyentes y nada más.
En mis clases nos convertimos en agentes activos desde el principio, obligándonos a romper con las propias resistencias internas y con los patrones que tenemos interiorizados. Aprender habilidades blandas es romper con hábitos que hemos adquirido de forma no consciente y, en muchas ocasiones, es afrontar nuestros miedos.
Algunos talleres y cursos que pueden ayudar en el desarrollo de las habilidades blandas
El teatro aplicado es una excelente herramienta de aprendizaje, a través del teatro grecolatino aprendemos, sobre todo, trabajo en equipo, comunicación con nosotros mismos y con los demás, negociación, expresión…
El estrés es uno de los males que aquejan nuestras sociedades, afecta a adultos y a jóvenes, incluso a niñas y niños. A través del aprendizaje de habilidades sociales, como la comunicación, resiliencia, gestión de las emociones… podemos reducir el estrés y ganar en bienestar. Este es una taller que se adapta al mundo académico, escolar y laboral.